lunes, 25 de enero de 2010

10 Mitos sobre el entrenamiento

1.- Haciendo abdominales, reducirá su cintura y su abdomen.   
    Casi cierto, salvo por un pequeño detalle.

    El cuerpo consume la grasa según un patrón geneticamente establecido por lo que si tu patrón es (por decir algo), brazos-piernas-abdomen-cadera, podrás hacer 2.000 abdominales diarios que los primeros en perder grasa seran tus brazos.

    Cuidado!!!

    con esto no quiero decir que los ejercicios abdominales son inútiles, solo que la propaganda destinada a vender equipamiento no dice toda la verdad; e induce a la gente a creer que solo con 15 minutos diarios, la "pancita" va a desaparecer.

2.- Ejercitar con altas repeticiones tonifica la musculatura y la remarca.
    Casi cierto también.

    Las altas repeticiones ayudan a quemar calorías, pero la verdadera "marcación" se logra con la dieta.

3.- Cualquiera puede ser tan grande como un culturista profesional.
    Siempre y cuando....posea la misma genética y consuma los mismos "esteroides".

    Es sencillo, el cuerpo humano no cambió en los últimos 100 años. Si se toman la molestia de comparar las fotos, (y medidas), de los culturistas de los años 20, 30 y 40, (epoca en la que los esteroides no estaban al alcance de la mano), con los de hoy; notarán sin mucho esfuerzo que los primeros se asemejan más a los seres humanos que los últimos.
    Es a partir de los años 50, que el uso de esteroides se popularizó; si vemos las fotografías de los culturistas posteriores (años 60, 70, etc.) podremos notar sin mucho esfuerzo el progresivo aumento de tamaño y  definición muscular.

4.- Se necesita entrenar más para crecer más.
    En realidad se necesita entrenar mejor. El lema

    "Mas es mejor"

    no se aplica aqui. Nuestro cuerpo soporta una determinada, (y limitada), cantidad de trabajo. Sobrepasarla es ir contra nuestras posibilidades de progreso.

5.- No es necesario ser más fuerte para ser más grande.
    No es necesario, es inevitable. Aunque no en relación lineal, lo uno es consecuencia directa de lo otro; asi que si crecemos es porque nos hicimos más fuertes, (la inversa es un poco más compleja).

6.- Es posible cambiar la forma de los músculos mediante los ejercicios adecuados.
    Lamento desilusionar a muchos, pero la forma y longitud de los músculos está determinada geneticamente desde que nacemos; lo único que podemos alterar es su volumen.

7.- Las mujeres requieren un entrenamiento diferente a los hombres.
    Las mujeres podrán ser de Venus y los hombres de Marte; pero en lo que al entrenamiento se refiere, nuestros músculos reaccionan y se comportan de la misma forma. Aunque de menor masa muscular, la mujer es capaz de desarrollar una relación peso/potencia similar al hombre.

8.- Los suplementos son indispensables para el correcto desarrollo muscular.
    La realidad es que la mayoría de los suplementos, (por no decir todos), son innecesarios para la persona común; y solo unos pocos tienen sentido para el atleta profesional. Una buena alimentación es todo lo que se  necesita.

    Lacteos, huevos, carnes, frutas y verduras.
   
    Todo natural.
   
    Todo a mano.

    Nada más...

9.- Entrenar con pesas hace que los músculos pierdan flexibilidad.
    El correcto entrenamiento con pesas requiere realizar "movimientos de rango completo", o sea, que abarquen desde la contracción total hasta la extensión total del músculo. Ninguna otra actividad física hace esto, ninguna otra hace que el músculo se estire completamente.

    Ninguna.

10.- Si se deja de entrenar, los músculos se convierten en grasa.
    Falso,
    falso,
    falso.

    Los músculos no se convierten en grasa, asi como las bananas no se convierten en pomelos.

    Nuestro cuerpo está programado para la supervivencia; uno de los mecanismos que utiliza es el de economizar el consumo de nutrientes, ajustandolo al minimo indispensable para mantener un equilibrio entre lo que se consume y lo que se inguiere. El músculo es un gran consumidor de nutrientes y calorías; por lo que al requerirsele menor esfuerzo, este comienza progresivamente a disminuir su tamaño hasta ajustarlo al nivel requerido, (exactamente lo inverso al proceso que sigue para crecer).

    Lo que realmente sucede es que, al disminuir la actividad física, disminuye el tamaño muscular disminuyendo entonces el consumo de calorías y si uno mantiene el nivel de ingesta (cantidad de calorias), el exceso se acumula en forma de grasa.